No soy solo un artista. Yo también soy ascendente Libra. Me importa mucho la estética. Cada elemento en mi hogar es intencional. Ubicación, textura, capas, espacio, flujo, color, luz. Me afecta, así que compongo un entorno deliberado para mantenerme equilibrado. También hago esto por mi estado de ánimo. Mi interior psíquico está curado con tanta precisión como mi apartamento.
 
Hay estéticas sobre las que no tengo influencia. Las líneas de mi cuerpo, fuera de proporción entre sí, comúnmente se conocen como deformidades. Los que simplemente acepto. Acepto. Acepto.
 
La única forma en que puedo conectarme es desde el interior de mi cuerpo, habitado. Así que estoy invertido en eso: encarnación. Lo cual no requiere una opinión sobre la forma o la función. Soy responsable del bienestar de mi cuerpo, no de su atractivo. La mayor parte del tiempo mi cuerpo es un misterio desconcertante, pero el único milagro verdadero es que después de que tengo mi manera esteta con las cosas en las que puedo influir -mi entorno, mi mente, mi expresión- me siento en silencio dentro de mi cuerpo y escucho.
 
Estas son mis piernas tullidas. Se estrechan, no me atrae. No tienen que hacerlo, son piernas. "Pies flexibles" podría ser un término médico real. No estoy seguro. Cuando era un bebé, usaba yeso hasta las rodillas. Yo era demasiado pequeño para aparatos ortopédicos reales. Creo que el punto era prevenir la deformidad que tienen mis pies ahora. Odio usar zapatos. Encontrar unos que me gusten, que permanezcan puestos, que no sean demasiado pesados cuando uso las piernas, que no se vean 'apagados', es emocionalmente agotador. En su mayoría solo uso calcetines de tamaño infantil con patrones divertidos. A menos que mis zapatos sean específicamente para el beneficio de un atuendo. Entonces mis zapatos lo matan. 
 
Esta es mi caja torácica resecada. Este es difícil para mí. ¿Qué están tratando de hacer esos ángeles? No estar cómodo, estar dentro o mirar, eso es seguro. ¿Mi esternón es un vértice? Si trazas lentamente la cicatriz, al llegar a mi peca, sentiré el rastro de tu dedo sobre mi ombligo. 

Si me acuesto sobre mi lado derecho, eventualmente mis costillas se doblan bajo la presión de la gravedad. Haciendo estallar cuando inhalo. Chirriando uno contra el otro cuando exhalo. Cambio a mi lado izquierdo hasta que el aplastamiento de mi propio peso hace que me duelan los huesos y vuelvo a rodar. Frágil como la mierda. 

Puedes sentir mi corazón latir como si estuviera sentado en la palma de tu mano si pones tu mano debajo de mi pecho y presionas. Pero creo que es lo mismo con alguien tan huesudo. 
 
Esta es mi curvatura. Mi columna tiene tres direcciones distorsionadas: doblada hacia la derecha, torcida hacia la izquierda y encorvada hacia adelante. Una cresta prominente se eleva por un lado de mi espalda, formando un valle en el otro lado.  Me colocaron una barra de acero. Era demasiado larga y sobresalía en el punto entre mis omoplatos, y cuando me movía se oía un crujido en el tejido blando debajo de la piel. Así que me abrieron de nuevo y cortaron la parte superior.